miércoles, 14 de mayo de 2008

New York ( VIII )

Sábado 23 de Febrero, día 8:

Me tocaba empezarme a despertar, el sueño de NYC se terminaba, nos levantamos temprano, preparamos las maletas y las dejamos en el hotel. El avión salía a las 9 y no saldríamos hacía el aeropuerto hasta las cinco y media o así.



Nos fuimos a desayunar, bajamos a un dunkin donuts, en concreto a uno de la 8th Ave, detrás del Madison Square. Según llegábamos nos quedamos alucinados, lo menos diez coches de policía pasaron por delante, unido a unos cuantos que sacaron la sirena y la pusieron en el techo. Una furgoneta hizo lo propio y la pusieron en el salpicadero y acto seguido, los dos ocupantes se bajaron se sacaron la placa por el cuello de la camiseta y echaron a correr en la misma dirección de los coches. Cuando llegamos a la altura de la “acción” tenían reducido a un hombre contra un coche, le estaban cacheando, mientras dos le sujetaban. Otros policías se pusieron a regular el tráfico, enseguida, llegaron ambulancias, y nos indicaban que no nos paráramos a mirar. Me quedé alucinado de ver aparecer tanta policía en tan poco tiempo.



Compramos los donuts, desayunamos, y dimos el último paseo por Nueva York, el tiempo corría en contra nuestra. La mañana se pasó bastante rápido y pronto se nos echó encima la hora de comer y se me ocurrió visitar Jackson Hole. Es exagerado el tamaño de las hamburguesas de este lugar, no hubo forma de terminarla, además habíamos pedido entrantes y se fue de nuestras manos. En cada mesa había máquinas de música y ambientamos el local con música del Boss, Bon Jovi…..me gustó el sitio. Además me hicieron un favor enorme, ya que me quedaba sin efectivo para el taxi, y me permitieron pagar mitad con efectivo y mitad con tarjeta de crédito, no quería quedarme con dólares sin gastar que luego el cambio es muy malo.





Después de comer, hicimos una visita de nuevo a Chinatown, esta vez si, nos enseñaban los relojes de marcas grandes, era sábado y estaban descontrolados, todo el mundo por la calle te ofrecía cosas, bolsos, colonias, relojes. Los negros daban miedo, sacaban los relojes de las chaquetas hasta con sus cajas, aunque he de reconocer que los chinos también me lo daban. Después de ver muchos relojes que no me terminaban de convencer, eran copias muy malas, ya nos íbamos cuando nos asaltaron tres chinas ofreciendo rolex, en plena calle nos pusimos a negociar y vimos las mejores copias de la tarde, por un precio “módico” (ellos siempre ganan) nos llevamos dos relojes, no quiero pensar de donde se los sacó, porque metió su mano por dentro de la ropa hasta muy abajo.

Volvimos al hotel, recogimos las maletas y salimos a coger un taxi. Íbamos 10 con dos maletas o incluso alguna más cada uno, hubiéramos tenido que coger tres taxis, pero el personal del hotel al vernos, llamó a una persona que tenía aparcada una furgoneta grande y negociamos el precio hasta el aeropuerto, era como un supershuttle pero privado (y pirata). Dimos una propina al botones, que también recibió una “propina” (o comisión) del pirata. La furgoneta estaba montada a todo trapo, todo de cuero, con cortinillas, madera, televisión, dvd. El conductor nos contó que conocía España, que había estado tres meses de vacaciones por Europa hacia tiempo y le gusto mucho España.

El vuelo de vuelta fue sin problemas, teníamos viento de cola y tardó muy poco, unas seis horas, de las cuales entre cena, desayuno, no nos dejaron dormir. Llegábamos a Barajas, el viaje terminaba, la familia esperaba, tocaba despertarse y volver a la rutina diaria. Quien sabe si algún día volveré, no me importaría, pero quiero conocer también otros lugares, aunque sé que Nueva York siempre ocupará un lugar muy importante en mi corazón.

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viernes, 9 de mayo de 2008

New York ( VII )

Viernes 22 de Febrero, día 7:

Suena la puerta a las seis de la mañana, unos amigos nos dicen que nos despertemos y nos asomemos a la ventana, abrimos las cortinas y……… O_O ¡¡¡Pedazo de nevada!!! Había unos diez centímetros de nieve en la azotea del edificio de enfrente, rápidamente nos duchamos, cogimos la cámara de fotos y salimos a la calle.

Vaya nevada que estaba cayendo, era lo que nos faltaba por ver. Aunque era el día que habíamos fijado para que cada uno hiciera sus compras, había una visita ineludible, ir a Central Park.





He de decir, que tampoco fue un paseo muy grande, porque estaba peligroso, había hielo en el suelo y resbalaba bastante, aún así podéis ver alguna foto para haceros idea. El blanco le sienta muy bien a esta ciudad, y se nota que están preparados para ello. Camiones de la basura con quitanieves en la parte delantera, la gente de los comercios con las palas echando la nieve a la carretera para que la deshicieran los coches, autobuses con cadenas, todo muy organizado.



Y las compras, pues eso, poco que contar, porque tampoco es que me entusiasme el tema, una visita a bloomingdales, levis, fao, disney store, nba store….

Quedamos para comer en Times Square, unos querían pizzería, otros hamburguesa, y otros ni teníamos hambre, nos decidimos por el Kentucky Fried Chicken. Por la tarde una parte del grupo iba a ver un partido de baloncesto, y como yo no soy ningún entusiasta del tema y viendo que el MoMa los viernes era gratis, decidí pasar allí la tarde. No soy ningún entendido en arte, y quizás podía no haber ido a este museo, pero tiene “algo” que lo hace especial. Ver las latas de sopa campbell, a Marilyn Monroe, tiene obras de arte que cualquiera reconoce, sin olvidar todo el material que tienen de Picasso y Miró.



Fuimos al hotel a descargar las bolsas de las compras y salimos a decir adiós a la ciudad. Subimos de nuevo a Times Square, estaba abarrotado de gente, supongo que ser viernes noche tiene en parte que ver. Se me puso un nudo en el estomago sabiendo que era la última noche en la ciudad de los rascacielos, y quien sabe si algún día podría volver, o nunca más tendría delante de mis ojos la ciudad que siempre había soñado visitar. Dimos una vuelta por la zona, viendo la gente en los teatros, el Hard Rock lleno, Buba Gump, todo estaba a reventar…



Bajamos al Madison Square y cenamos en un Wendys que hay enfrente, hamburguesas cuadradas, pero las más ricas “de cadena comercial” que comí en New York.

PD: Este día estaba previsto ir a Woodbury alquilando un coche, pero entre la gran cantidad de tiendas de la gran manzana, y como se despertó el día, todo se vino abajo.

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martes, 6 de mayo de 2008

New York ( VI )

Jueves 21 de Febrero, día 6:

Hoy teníamos contratada la excursión de contrastes con el corte ingles y habíamos quedado a las 9 en Times Square para que nos recogieran. Allí apareció un chofer puntual, traía un minibús para unas 20 personas.

Empezamos la excursión por Harlem, nos iba contando historias de la ciudad, de las costumbres, de su vida. Nos enseñó unas casas abandonadas que nos dijo que era lo que quedaba del Harlem más malo que hubo en tiempos en Nueva York.

Desde allí cruzamos al Bronx, supongo que este tipo de recorrido, enseña a todo el mundo lo mismo, estadio de los yankees, graffitis, ocupas, zapatillas colgadas de los cables de la luz, los juzgados tapiados, la comisaría…



Dejamos el Bronx para dirigirnos a Queens, sin bajarnos del autobús pudimos ver las casas más variopintas de la zona, todas con base de madera, pero que sin duda, son enormes.



Continuamos a una zona hispana, donde paramos a desayunar. Estaba todo Puerto Rico allí, un chico que pasaba por allí nos saludó con un “Bienvenidos a Nueva York”. La gente parecía orgullosa que los visitaras. Allí desayunamos en una cafetería, un chocolate y un pastel que estaba delicioso.

Después visitamos en Brooklyn la zona judía. Personalmente, y aunque había oído hablar mucho de esta zona me sorprendió. Las mujeres con sus carros de los niños, su pelucas, ellos vestidos de negro, sus barbas, no deja indiferente a nadie, independientemente que no compartas sus ideales.



La excursión terminó en Chinatown, por lo que aprovechamos para comprar alguna cosilla. Íbamos buscando relojes concretos, pero quizás por la hora, o porque había mucha policía, no nos enseñaban en ningún sitio las replicas de Rolex o TagHeuer. Me fui con la sensación que todos los puestos son del mismo, y se avisan por walkie talkies todo el rato. Yo llegue a pensar que se decían “van para allá dos paletos, les he pedido X por un reloj, no les ofrezcas menos de Y que tienen dinero”, salí un poco obsesionado de allí.

Fuimos a la zona de Tribeca que era de las pocas de la zona sur que nos quedaban por ver. Dimos un paseo por la zona sacado del faq del foro. Vimos los restaurantes de Robert de Niro, la zona está muy bien, pero me gustó más el Village.



Comimos en una pizzería de la zona, no recuerdo el nombre, pero el plato de espaguetis con cuatro bolas de carne enormes, no lo pudimos terminar.

Al terminar fuimos paseando a Little Italy, o a la pequeñiiiiiiiiiiísima Italia, quedan dos calles, pero literales, supongo que no es ni la mitad de lo que fue.

Cogimos el metro para ir a Times Square donde habíamos quedado, pero en un cruce de cables acabamos de nuevo en el Apple Store de la 5th Ave y por fin, compramos el iphone de 16GB.

El día se acababa, mi rodilla no podía más, y decidimos cenar algo e irnos al hotel, no sabíamos lo que nos esperaba el viernes…

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